Por: dr. Sergio Solis Taveras –
Analista escritor y diplomado en relaciones internacionales
Atinada la desicion de las autoridades de los Estados Unidos en poner los correctivos de lugar con respecto a individuos que aprovechando el suelo norteamericano irrespetan la honorable investidura de nuestro presidente Luis Abinader.
Amenazar de muerte, lanzar improperios usando palabras obscenas y mal fundadas contra nuestro presidente, el presidente de todos los dominicanos, merece el rechazo colectivo y el más enérgico peso de la ley.
Crear confusión y terror a través de improperios acefalos solo busca desestabilizar un clima democrático que emerge de los procesos de lucha y transformaciones que han usado como plataforma el tiempo y su historia.
Sembrar intranquilidad y desasosiego en un país que camina amparado en la bandera de la democracia y la libertad es asunto de sectores y personas mal intencionadas capaces de todo.
En nuestra querida República Dominicana se esta librando una dura batalla contra la corrupción y la impunidad que debe ser apoyada por todos los sectores y que parece escribir un nuevo capitulo.
Navegar en estas peligrosas aguas, llenas de fieras y demonios invisibles, no es cosa fácil, la muerte puede estar al acecho en cualquier espacio premeditado.
El presidente Luis Abinader debe tener ojo visor y cuidarse.
La gran potencia hermana los Estados Unidos De Norte América y la comunidad internacional deben proteger al presidente de la República Dominicana y con el a todos los presidentes que están realizando una labor de mantenimiento y protección del sistema democrático.
Jamas podemos darnos el lujo de que se asesine a un presidente legalmente constituido, como es el caso del suceso que acabamos de presenciar en nuestra vecina isla de Haiti.
A buena hora nuestros hermanos del norte envían un mensaje a los que irrespetan la figura respetada de un estadista.